Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Éxodo 19:5.
Mi pacto. El pacto que Dios hizo con Israel
en el Sinaí generalmente es llamado "viejo" pacto (Heb. 8:13). Debido
al fracaso del pueblo en apreciar plenamente el propósito de Dios, y por no
haber entrado en el verdadero espíritu del pacto, el viejo pacto resaltó en
contraste con el nuevo, o Evangelio, de la siguiente manera:
(1) Era más elemental (Gál. 4:1-5).
“Pero fue la
base en la cual el Nuevo Israel se constituiría” Apoc. 12:1; 21:12-14; Mat. 26:20-29.
(2) Estaba más estrechamente
relacionado con ritos externos y ceremonias (Heb. 9:1).
“El nuevo, también tiene
ritos externos y ceremonias o no? Como el bautismo, la cena…”
(3) Sus motivos consistían
principalmente en castigos y recompensas, pues siendo "niños", éstos
eran los únicos incentivos que los israelitas estaban preparados para
comprender (Gál. 4:3; PP 387).
“El Nuevo Pacto también es igual. A diferencia que el castigo y recompensa está en el futuro. Apoc. 20-22”. En el antiguo pacto era inmediatamente. Exo. 31:14; Núm. 15:32-36.
(4) Sus bendiciones eran
mayormente temporales.
“Eran temporales y
espirituales” Gen. 12:3,7.
(5) Dependía de las realizaciones
humanas y de buenas obras más bien que de la gracia divina y de un Salvador del
pecado (ver com. Exo. 19:8).
“En el Nuevo, También
es igual; pero difiere solo en teoría. Ya que por gracia somos salvos por medio
de la fe. Fe que es un medio que tiene que dar el ser humano; por sus buenas
obras. Efes. 2:8-10. Y Las buenas obras son los frutos del Espíritu Santo. Gal.
5:22-25.
Porque sin santidad
nadie vera a Dios. y la santidad es la obediencia a la palabra de Dios. tanto
en el antiguo y nuevo pacto. Núm. 15:40; Heb. 12:14.
LA BENDICIÓN notable del nuevo
pacto es que por la fe en Cristo se imparte poder al creyente para cumplir
"la justicia de la ley" (Rom. 8:1-4; cf. Hech. 13:37-39). 1CBA
*En los dos Pactos, la salvación fue
por los Medios, que el Señor dispuso que así fuera. No hay nada de novedoso en el
Nuevo y el antiguo. Siempre fue por la fe. por fe en el Mesías que vendría en
el antiguo, y en el Nuevo, en el Mesías presente y hecho visible. (Juan 1:1-3; 9-14;
Hechos 4:12.
El espíritu santo siempre estuvo presente
en el antiguo pacto. Porque lo único que faltaba era la voluntad humana para
unirse a ese poder para cumplir la voluntad de Dios. (Deut. 5:29; Isa. 48:16).
Porque la voluntad es
el poder que gobierna la naturaleza humana, sometiendo todas las otras
facultades a su dominio. La voluntad no es el gusto o la inclinación, sino el
poder que decide, que obra en los hijos de los hombres para obedecer a Dios, o
para desobedecerlo.4TS 157
Así sucede en el nuevo pacto. si
no hay voluntad dispuesta nada puede lograr El Espíritu Santo.
Pero hay, y había obras de por
medio en ambos pactos. Como dice Santiago para los del Nuevo pacto: “La fe sin
obras es muerta”. Santiago 2.
Así que es un reto pensar
coherentemente sobre este asunto. Amen. MHP.
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