jueves, 14 de noviembre de 2019

02. APOSTASÍA, ESPIRITISMO Y AMOR LIBRE.


La teoría de que Dios es una esencia que llena toda la naturaleza es uno de los más sutiles engaños de Satanás.  Ella presenta falsamente a Dios y es una deshonra para su grandeza y majestad. 

Las ideas panteístas no son sostenidas por la Palabra de Dios... Ellas gratifican el corazón natural y dan licencia a las propensiones naturales.

LA TEORÍA de que Dios es una esencia que compenetra toda la naturaleza es aceptada por muchos de los que profesan creer las Escrituras; pero, por muy ataviada que vaya esta teoría, es un engaño muy peligroso. 

Da una falsa idea de Dios y agravia su grandeza y majestad. Lo seguro es que no tiende tan sólo a extraviar, sino a corromper a los hombres. 54


 LAS TINIEBLAS son su elemento 
Y LA SENSUALIDAD su ambiente... 

Estas teorías, llevadas hasta su conclusión lógica, desbaratan la economía cristiana.  Desechan la necesidad de la expiación, y hacen del hombre su propio salvador.*

He visto los resultados de estas opiniones llenas de fantasías respecto de Dios: apostasía, espiritismo y amor libre. 

La tendencia de esas enseñanzas al amor libre estaba tan escondida que al principio era difícil aclarar su verdadero carácter.  Hasta que el Señor me lo presentó, yo no sabía cómo llamarlo, pero fui instruida a llamarlo amor espiritual no santificado.*


Como en los días de los apóstoles, los hombres intentan, por medio de tradiciones y filosofías, destruir la fe en las Escrituras. 

Así hoy, por los complacientes conceptos de la "alta crítica", evolución, espiritismo, teosofía y panteísmo, el enemigo de la justicia está procurando llevar a las almas por caminos prohibidos... 

POR EL ESPIRITISMO, multitudes son inducidas a pensar que el deseo es la mayor ley, que la licencia es libertad y que el hombre es responsable únicamente de sí mismo y ante sí mismo.*


COMPORTAMIENTO IRRACIONAL
La santificación no es un vuelo feliz del sentimiento, no es la obra de un instante, sino la obra de toda una vida.  Si alguno pretende que el Señor lo ha santificado, y que lo hace santo, la prueba de su pretensión de que posee esa bendición se verá en los frutos de mansedumbre, paciencia, longanimidad, veracidad y amor.

Si la bendición que han recibido los que pretenden estar santificados los induce a depender de alguna emoción particular,  y declaran que no hay necesidad de investigar las Escrituras para conocer la voluntad revelada de Dios, entonces la supuesta bendición es una falsificación, porque induce a sus poseedores a darle valor a sus propias emociones y fantasías no santificadas, y a cerrar sus oídos a la voz de Dios en su palabra...

La excitación nerviosa en asuntos de religión no es evidencia de que el Espíritu de Dios está obrando en el corazón. 55 Leemos acerca de contorsiones frenéticas del cuerpo, de chillidos y gritos en la obra de Satanás sobre las mentes y los cuerpos de los hombres; pero la Palabra de Dios no nos presenta ningún ejemplo de manifestaciones semejantes en relación con aquellos sobre los cuales él derrama su Espíritu.  Es claro que las fantasías destempladas, las explosiones salvajes, los ejercicios corporales de contorsión constituyen la obra del enemigo.

Sin embargo muchos piensan que el desorden de la mente, que se intensifica por el poder de Satanás, es una garantía de que Dios está haciendo que estas almas engañadas actúen de una manera tan desordenada.  Todo el espíritu y el tono de la Biblia condena a los hombres que actúan sin razón e inteligencia.  Cuando el Espíritu de Dios conmueve el corazón, hace que el hijo de Dios actúe de una manera que recomiende la religión al buen juicio de los hombres y mujeres de mente equilibrada.*


PRETENSIÓN
Dijo Cristo: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.  Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?  Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad".

Pueden profesar ser seguidores de Cristo, pero han perdido de vista a su Director.  Pueden decir: "Señor, Señor"; pueden señalar a los enfermos que fueron sanados por ellos, y otras obras maravillosas, y pretender que tienen más del Espíritu y del poder de Dios que el que manifiestan aquellos que guardan su ley.  Pero sus obras se realizan bajo la supervisión del enemigo de la justicia, cuyo fin es engañar a las almas, y está determinado a descaminarlas de la obediencia, la verdad y el deber.

En el cercano futuro habrá aún más casos de manifestaciones señaladas de este poder que obra milagros; porque se dice de él: "También hace grandes señales, de tal manera 56 que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres".
Nos sorprendemos de que haya tantos que están dispuestos a aceptar estas grandes pretensiones como la obra genuina del Espíritu de Dios; pero los que solamente miran las obras maravillosas, y son guiados por el impulso y las impresiones, serán engañados...

PRETENSIONES DE SANTIDAD
Nadie que pretenda santidad 
es realmente santo. 
Los que son registrados como santos en los libros del cielo no son conscientes de este hecho, y son los últimos en jactarse de su propia bondad.  Ninguno de los profetas y apóstoles jamás profesó santidad, ni aun Daniel, Pablo o Juan.  Los justos nunca tienen semejante pretensión.
Cuanto más se parezcan a Cristo, más lamentarán su desemejanza con él; porque sus conciencias son sensitivas, y consideran el pecado más como Dios lo mira.  Tienen puntos de vista exaltados de Dios y del gran plan de salvación; y sus corazones, humillados bajo un sentido de su propia falta de mérito, son sensibles al honor de ser contados como miembros de la familia real, hijos e hijas del Rey eterno.

Los que aman la ley de Dios no pueden armonizar en la adoración o en el espíritu con los transgresores decididos de esa ley, quienes se llenan de amargura y malicia cuando se enseñan las verdades sencillamente reveladas de la Biblia.  


Tenemos un detector que discrimina
 entre lo verdadero y lo falso.  
"¡A la ley y al testimonio! 
Si no dijeren conforme a esto, 
es porque no les ha amanecido".

¿EN LA VOZ DE QUIÉN 
PUEDO YO CONFIAR?
Necesitamos estar anclados en Cristo, 
arraigados y fundados en la fe.  
Satanás obra mediante sus instrumentos.  
Elige a los que han estado bebiendo de las aguas vivas, cuyas almas están sedientas de algo nuevo y original, y que siempre están listos a beber en cualquier fuente que se les ofrezca. 

Se oirán voces que digan: "Mirad, aquí está el Cristo", o "Mirad, allí está"; pero no debemos creerlas.  Tenemos evidencias innegables 57 de la voz del Pastor verdadero, y él nos está llamando para que le sigamos.  Nos dice: "He guardado los mandamientos de mi Padre" Conduce a sus ovejas por la senda de la obediencia humilde a la ley de Dios, pero nunca las insta a transgredirla.


"La voz de un extraño" es la voz del que no respeta ni obedece la ley de Dios santa, justa y buena. 

MUCHOS tienen gran pretensión de santidad, y se jactan de las maravillas que realizan sanando a los enfermos, pero al mismo tiempo no toman en consideración esta gran norma de la justicia. 

¿Pero mediante el poder de quién 
se realizan esas curaciones?
 ¿Están los ojos de unos y otros abiertos 
a su transgresión de la ley? 
¿Y asumen la posición de hijos humildes, 
obedientes, y listos a obedecer todos los requerimientos de Dios?...

NADIE NECESITA SER ENGAÑADO. 
La ley de Dios es tan sagrada como su trono, y mediante ella será juzgado todo hombre que nace en el mundo.  

NO EXISTE OTRA NORMA PARA PROBAR EL CARÁCTER. 
 "Si no dijeren conforme a esto 
es porque no les ha amanecido". 


AHORA BIEN,
¿se decidirá el caso de acuerdo con la Palabra de Dios, o se dará crédito a las pretensiones humanas?  

CRISTO DICE: 
"Por sus frutos los conoceréis". 
 RM EGW

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